Según la Real Academia de la Lengua
Española la palabra cutre hace referencia a una persona tacaña o
miserable (1). Conforme esta fuente, es un adjetivo coloquial que en algunos casos
es utilizado también como sustantivo. Cuando esta palabra llegó a mi
vocabulario afrontaba la disertación de encontrar un adjetivo que no fuera soez
pero que me ayudara a definir lo miserable de un individuo que, teniendo
recursos, se hizo acreedor a una serie de beneficios que, sin lugar a dudas no
merecía, pero que le fueron asignados solo por el capricho de un ñámpiro que sin
criterio técnico, jurídico, ni político, tuvo el poder de tomar decisiones que
afectaron un proceso, no solo al premiar a un cutre, sino también por perjudicar
a una comunidad de gente campesina ¡súper bien!
Por otro lado, en Bogotá y seguramente en
muchas partes del país, es común oír la expresión "¡Chunchurria hpta!",
la segunda palabra de esa expresión no necesita explicación, pero la primera
sí. Cuando se busca el significado es fácil notar que para la RAE la palabreja no existe, y que lo más cercano es
"chunchullo" (2), alimento que no debe faltar en los asados; es deliciosísimo
aunque harto de preparar, a veces es mejor quitarse el antojo por $5.000 en algún
puesto callejero, que de paso incluye algo de salmonelosis. Pero en Colombia, la
palabra Chunchurria también tiene una acepción adicional: es utilizada para
referirse de manera despectiva, y de paso ofender, a una persona que es
despreciable, paria, detestable y que cae mal (de acuerdo con lo publicado por
el portal www.asihablamos.com (3)); lo cual indica que la expresión al inicio de
este párrafo es una redundancia.
Definido lo anterior, hay que mencionar que
ser cutre o chunchurria no tiene clase social, rango militar, puesto público y
mucho menos nivel académico ni estrato socioeconómico. Son cutres los
"niños play" de las universidades privadas, que en la estación
"Las Aguas" en el centro de Bogotá, se cuelan al Transmilenio, así
como las personas que reciben el subsidio de Transmilenio por parte de la
alcaldía y después venden el pasaje a la entrada de algunas estaciones a mitad
de precio para luego entra al sistema sin pagar el pasaje.
Ahora, quitando la gente noble y decente
de este país, surge la pregunta ¿somos cutres o chunchurrias? A primera vista
diría que todos los colombianos tenemos mucho de cutres, para comprobarlo solo
hace falta pensar en la típicas colombianadas que en algunos casos son el
resultado del ingenio autóctono y del rebusque pero en la mayoría de las ocasiones responde a la pereza mental que nos hace pensar que no pagar el pasaje es una
viveza y no un comportamiento deshonesto que perjudica a las mayorías. Pero así
somos. Sí, son tan cutres los que se saltan la fila y no respetan el tiempo de los
demás, así como los egocéntricos que se paran en la puerta y no dejan pasar a
nadie aun cuando el bus vaya vacío en el centro
Pensemos entonces en la siguiente pregunta: ¿Cuándo un cutre se convierte en
chunchurria? Se podría decir que eso depende de la percepción de cada quien y
del nivel de afectación que reciba de parte del cutre. Conozco una persona de
otro país (digamos "Puerto Principe"), que en "Santiago" se atreve a hablar mal de
un de un proyecto que administra, hablando mal no solo de este, sino también de sí. Esta persona es una chunchurria de alta alcurnia, por no tener la valentía de acabar el proyecto y dar
un viraje al actuar frente a la sociedad. ¡Ahh! no es Dilma, aunque por corrupta, debería ser catalogada como chunchurria por los brasileros y por
la izquierda latinoamericana y mucho menos es Maduro.
Tal vez el vocablo chunchurria
no debería combinarse con la palabra que hace referencia "a los
hijos de...", porque, como se dijo antes, es una redundancia, además de ser
una cacofonía vulgar. Pero como sociedad deberíamos ver el interior de cada uno
y dejar de ser tan chunchurrias y tan ñámpiros, dejar lo cutres aspirando a que la
sociedad y nuestros gobernantes algún día cambien para así regresar entonces a la
generosidad que nos identificó por muchos años como sociedad.
Por mi parte, prometo solemnemente intentar
dejar de fumar pero, sobre todo, prometo que si fumo, no volveré a arrojar la
colilla al piso, así el tufo me delate. Creo que eso me hará menos cutre.
(1) http://dle.rae.es/?id=BnBATII. recuperado el 20 de mayo de 2016.
(2) http://dle.rae.es/?id=93lsYW7 . recuperado el 20 de mayo de 2016.
(3) http://www.asihablamos.com/word/palabra/Chunchurria.php. recuperado el 28 de mayo de 2016.