viernes, 11 de septiembre de 2015

Close Up

Han pasado once días del mes de septiembre y casi un mes desde que la pseudoizquierda latinoamericana inició la farsante persecución a una parte de la población colombiana que habitaba en Venezuela, corroborando mi postura sobre la manipulación demagógica de las masas por cuenta de unos oportunistas que se aprovechan de la ingenuidad de otros. Pero estando al portas de varias fechas importantes como el 14 y el 19 de septiembre, es mejor dar un viraje hacia temas menos politiqueros y que no incluyan hacer parte de ninguno de los dos bandos de bandidos que utilizan el sentir del pueblo para entronarse en su trono.

Fotografía 1. Vereda Las Margaritas, Usme. 
Bogotá D.C. 2015.
Para dar este viraje debo recordar que hace tan solo 21 años iniciaba la aventura de construir una tesis de grado que me conduciría a culminar el sueño de ser profesional; buena parte de esa preparación consistió en leer e interpretar imágenes y resultados, además de retomar el aprendizaje del arte de la fotografía. Pero como dicen por ahí, de ese tipo de fotografía que no tomaba todo el mundo, esa vaina que hoy y siempre se ha conocido como "fotografía en primer plano", que consisten en aproximar tanto el teleobjetivo al objetivo, que cuando se hace de manera adecuada permite ver detalles que no pueden ser apreciados a simple vista.

Fotografía 2. Flor de "Guargüeron". Vereda Las Margaritas
Usme. Bogotá D.C. 2015.
Puesto que los temas relacionados con las ciencias biológicas son desconocidos para muchas personas, puede que visibilizar una antera o el rastro del polen no signifique mucho, no obstante, poder ver esos pequeños detalles y la hermosura de la naturaleza seguro los conducirá a preguntarse sobre el origen y la razón de ser de la fotografía con lentes macro. Como se dijo antes, hace 21 años la fotografía digital era un sueño a punto de ser lanzado al mundo, pero aun así, quien deseaba hacer una imagen con macro, además de tener una cámara tipo reflex, debía contar con el dinero para comprar una lente carísima y la plata para pagar por los  "rollos" fotográficos y, obvio, el revelado que no era nada barato.

Hoy día, con la masificación de la fotografía digital, con la incorporación de las cámaras a los teléfonos y las múltiples posibilidades de comunicación, hasta el más inexperto puede tomar fotografía en planos cerrados o, como dicen en otras tierras, en "Close up". Tan solo se necesita una de tres opciones: seleccionar el modo automático de la cámara y acercarla cuanto se pueda al objetivo a fotografiar (no lo recomiendo, pero a veces hay suerte); la segunda opción es elegir el símbolo macro en la cámara, es un pictograma que tiene forma de flor con tres pétalos y una linea vertical con dos formas de hoja al final, por lo general son de color blanco solido (algunas en negro); pero la mejor opción es elegir el modo manual y para ello habrá que definir la apertura del diafragma, la velocidad de la cámara, la sensibilidad (ISO) y por último el enfoque que va desde un centímetro hasta 10 metros, dependiendo la calidad de la cámara. Y por fin se puede lograr una fotografía como cualquiera de las cuatro que comparto con ustedes esta semana. Hay una cuarta opción pero significa comprar una cámara reflex y los lentes respectivos, pero los principios fotográficos son los mismos.

Fotografía 3. Vereda Las Margaritas, Usme. 
Bogotá D.C. 2015.
En medio de la búsqueda diaria de cosas bellas para fotografiar, he tenido la oportunidad, durante los últimos 3 meses, de recorrer una zona de Bogotá que no conocía a pesar de haber nacido en esta dolorida ciudad y de llevar cuarenta y tantos viviendo en ella. Sumapaz es conocida como la localidad rural del Distrito Capital de Colombia, eso lo saben todos, pero lo que no sabe la mayoría es la calidez de las personas que la habitan. Son gentes con la nobleza del campesino que, a pesar de pertenecer a la ciudad, no se han contaminado de los malos hábitos; trabajadores incansables, productores de papa y ganadería, son de los pocos habitantes de páramo que coexisten con esas condiciones tan adversas, pero hay algo que hasta ellos han perdido de vista, las hermosas formas naturales.

Fotografía 4. Vereda Las Margaritas, Usme.
Bogotá D.C. 2015.
Pero de todo lo que he visto hasta hora, me impresionó la manera como el agua se adhiere a las hojas. Mientras escribía esta noche, me preguntaron: ¿cómo es que el agua se pega a las hojas y no escurre? la respuesta inicial fue "no sé", pero es posible que sea una consecuencia de la baja temperatura, hace tanto frío en la zona que el agua prefiere permanecer impávida, adherida al folíolo esperando a que el oportunista fotógrafo llegue a la vereda y pueda congelar el instante en el elemento fotosensible; esta casi figura geométrica de gotas de agua distribuidas de manera uniforme y estáticas no se dio solo por el efecto de la fotografía; aún después de dos horas de haber llegado al predio, el agua y la hoja permanecían inmóviles.

Para terminar hay que mencionar un par de aspectos técnicos que pueden dar una mejor idea de la magnitud de estas imágenes: en el caso de las flores, la cámara se ubicó entre dos y tres centímetros de distancia; la primera tiene un diámetro de 7 centímetros y las anteras no miden más de 3 milímetros, el guargüeron es una especie que tiene forma de campana y su diámetro de apertura es de un centímetro. En cuanto a las hojas, se debe decir que son dos especies de plantas nativas en desarrollo a campo abierto, la  cámara se aproximó entre tres y cinco centímetros, las hojas tenía un ancho máximo de 6 centímetros y las gotas medían ente 2 y 4 milímetros de diámetro.


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