martes, 15 de diciembre de 2015

El buen Petro

Antes de empezar a escribir esta columna, debo decir que he intentado hacer un acto de contrición buscando las cosas buenas que puedan haber generado impacto en los últimos 12 años, pero especialmente durante el gobierno de la Bogotá Humana. Para ello inicié preguntando a una compañera profesional en trabajo social qué era lo más destacado de la alcaldía de Gustavo Petro, esperaba una respuesta llena de cifras enmarcadas dentro de los logros sociales y el mejoramiento de calidad de vida de los bogotanos más pobres, pero la sorpresa fue cuando me dijo, y cito de manera textual "lo mejor, es que por fin se acaba su gobierno".

Imagen 1. Periódico oficial de la alcaldía mayor de Bogotá.
http://www.bogotahumana.gov.co/periodicohumanidad, 
recuperada el 14 de diciembre de 2015
La arrolladora respuesta me llevó a buscar otras fuentes de información menos sesgadas; intenté dialogar con algún avezado petrista pero preferí las fuentes publicadas en las páginas oficiales de la alcaldía, para así librarme del apasionamiento de los seguidores de este vilipendiado burgomaestre. Las primeras cifras hablan de un "jurgo" de plata invertida en el mejoramiento de la calidad de vida de las personas que habitan al sur de Bogotá -como si en el norte, occidente y oriente de la ciudad no hubiese pobreza-, agua gratis para 3 millones de personas, un millón de familias con atención medica domiciliaria, superávit en los hospitales del Distrito, 8,4 billones en educación, 42.000 cráteres cubiertos con la maquina tapa huecos, 4 centenares de jardines infantiles, reducción en la tasa de homicidios, 420.000 bogotanos fuera de la pobreza y fuertes incrementos en la seguridad ciudadana (1). Bueno, no dejemos de lado los estudios del metro, ni de la troncal Transmilenio de la Avenida Boyacá y la reducción temporal de pasaje de Transmilenio. Todas cosas muy buenas a la luz de las cifras, aunque algo engañosas.

Solo me voy a centrar en dos puntos, el primero tiene que ver con la reducción de la pobreza, logro que llegó gracias al sin número de subsidios entregados, y la pregunta es: ¿Qué va a pasar con esas 420.000 personas el día que el gobernante de turno no quiera más subsidios? No soy economista pero he leído algunas cosas que me han servido para entender que la pobreza se reduce el día en que las personas sean capaces de generar sus propios ingresos sin depender de la voluntad politiquera de nadie. 

El segundo punto tiene que ver con el mínimo vital, estratagema que  busca ofrecer agua gratis a los estratos bajos de la ciudad (2), en esta estrategia social lo que nunca logró prever al administración, es que a los estratos pobres eso no les importa, en primer lugar, porque la reducción fue tan solo de $20.000 mensuales, en segundo lugar, porque “lo que es gratis hagámoslo  fiesta” y por último, porque ese regalo dio como resultado un incremento del consumo de agua en estos estratos, sin dejar de lado que el pago se ha hecho con recursos provenientes de la sobretasa de los estratos altos y la industria; recursos que por ley deben destinarse a otros temas como los subsidios que ya existían desde 1991 (3). Además no se debe pasar por alto que ese incremento en el consumo va en detrimento de las cuencas abastecedoras de Bogotá que por demás no están ubicadas dentro de la ciudad.

Hay muchas cosas con las que no estoy ni podré estar de acuerdo nunca, seguramente hay muchas cosas buenas que por mi sesgo enceguecido no puedo ver ni entender, pero lo que sí puedo entender es que Gustavo Petro tuvo una oportunidad de oro para demostrar que la izquierda era capaz de gobernar, no sólo para un sector de la ciudad, sino para mejorar de manera integral a toda la ciudad, pero este señor decidió enfrascarse en una campaña politiquera y mesiánica. Y a pesar de que  el procurador le hizo un favorzote en el año 2013 y lo convirtió en víctima del "statu quo", los medios no le comieron cuento.

Para el año 2015 el presupuesto de Bogotá fue de 17,3 billones de pesos, que sumado con los tres años anteriores deben ser algo muy cercano a los 60 billones; mi pregunta es ¿Y en qué se invirtió ese cojonal de plata? La pregunta tiene que ver con que una ínfima parte de ese dinero lo pagué con mis impuestos. Definitivamente hay que invertir en lo social y en lo ambiental, pero no hay que dejar de lado los demás rubros que, sin lugar a dudas, generan bienestar a toda la sociedad.

Seguramente todo esto tiene que ver con la creencia utópica creada desde mi alma mater la Universidad Nacional de Colombia, donde aprendí a observar, pensar, analizar y concluir; donde entendí que en un estado, la equidad, la inclusión y la igualdad son derechos de todos los ciudadanos, y que estos se logran mediante la creación de empleo digno , la protección del ambiente, la educación, la salud y la recreación, pero también la seguridad y la movilidad.

El macabro mensaje trasmitido desde el gobierno de Pastrana y que de manera sagaz utilizaron Uribe y Santos fue aprovechado a ultranza por Gustavo Petro. Según ellos no se debe trabajar, es mejor ser pobre para que en un momento determinado llegue el estado y supla de manera misericordiosa las necesidades de cada individuo. Ese es un postulado que me niego a aceptar y que desgraciadamente los falsos progresistas quisieron enaltecer para lograr la presidencia en 2018; esos subsidios son un riesgo político, económico y social al que estamos abocados  ya que los últimos cuatro gobiernos han intentado empobrecer económica y mentalmente a la gente. Mi conclusión es que en Colombia y en latino América la izquierda y la derecha son la misma vaina.

Imagen 2. Recuperado de www.eluniversal.com.co,
El 14 de diciembre de 2015
Algunos seguidores de Petro me van a levantar a madrazo limpio argumentando que fue que no lo dejaron gobernar, que así no se puede, que pobre alcalde, que los medios, que la familia Ríos, que las mafias. Mi respuesta a eso se llama Mahatma Gandhi, un izquierdista de verdad que luchó por sus principios y que con medio mundo en contra logró su propósito. Como decía mi abuela el que quiere puede, el que no quiere no pasara de ser un mediocre.


(1) información tomada de 
http://www.bogotahumana.gov.co/periodicohumanidad/periodicos/ph_57.pdf, recuperado el 14 de diciembre de 2015.

(2) Decreto 485 de 2011, 
http://www.alcaldiabogota.gov.co/sisjur/normas/Norma1.jsp?i=44544, recuperado el 14 de diciembre de 2015

(3) Información recopilada de la entrevista dada por el Contralor Distrital a Caracol Radio y La W radio Colombia en la primera semana de diciembre de 2015

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