viernes, 7 de agosto de 2015

Gigantes de Acero (Parte 2)

(Al leer este blog, si quieren ampliar las fotografías den click sobre ellas y podrán apreciarlas de mejor tamaño).

   Real Steel o Gigantes de Acero es una de las peores películas que he tenido oportunidad de ver en Tv (no ameritaba pagar la boleta en cine), protagonizada por Hugh Jackman (gran actor), dirigida por Shawn Levy y estrenada en 2011, por alguna extraña razón me recuerda a “Rocky” (1977), solo que con robots. La película es realmente un “huesaso”(1), pero cuando la veía pensaba que la naturaleza tiene verdaderos gigantes de acero, ellos son capaces de permitirnos ver paisajes encantadores, conservar el agua, dar vida, permiten a otros vivir encima de ellos y sobre todo permiten que aficionados como yo podamos ensayar algunas fotos, buenas o malas pero nos lo permiten.

Toma 1. Bosque de Pino y Eucalipto. Vereda La Unión,
Localidad de Usme, Bogotá. 2015.
   La toma 1, presentada al inicio de esta publicación es un eucalipto majestuoso de unos 20 a 25 metros de altura, seguramente fue plantado hace 20 años según contaba doña Lucrecia en la vereda la Unión de la Localidad de Usme al sur de la hermosa capital de Colombia. Bueno realmente es más hermoso el árbol que nuestra triste, agobiada y dolorida ciudad, que a pesar de los avatares y sin sabores de los últimos 12 años se sobrepone como el “ave fénix”; de las cenizas. La “plantota” es un gigante de acero de la familia Myrtaceae y su nombre científico según me han indicado los amigos forestales es Eucaliptus grandis; como se observa en la fotografía no está solo, su amigable compañía es una mezcla de pinos y otros hermanos eucaliptos que causan el fenómeno conocido como Alelopatía.


Toma 1. Bosque de Pino y Eucalipto. Vereda La Unión, 

Localidad de Usme, Bogotá. 2015.
   Esta palabreja debe ser desconocida para la mayoría, sin embargo para empezar a entenderla es bueno observar en detalle la toma 2. Alelopatía es una palabra compuesta por dos raíces griegas allelon que traduce del uno al otro, y pathos que se refiere al efecto injurioso del uno sobre el otro (2), como la epistemología lo indica el término se debe entender como el efecto químico o físico adverso producido por algunas plantas inhibiendo el crecimiento de otras. Precisamente eso muestra la segunda imagen, cómo estos majestuosos individuos actúan sobre las plantas pequeñas, quienes intentan crecer a la sombra del oscuro bosque donde no pasa ni la luz. Esto no quiere definirlas como plantas dañinas, simplemente el objetivo del cultivo no corresponde con la intención de conservación, más o menos lo mismo ocurre con los cultivos de palma de aceite conocidos por muchos ambientalistas como el “desierto verde”.

Toma 3. Eucaliptos. Junín Cundinamarca. 2005
   Las plantaciones sembradas de manera geométrica a 3 metros por 3 metros, tienen algunas desventajas ambientales, pero económicamente pueden ser interesantes especialmente para quienes proyectan algo así como un “baloto” para 20 años después de la siembra. No obstante hay otras formas de utilizar estas plantas, por ejemplo la toma 3, muestra unos eucaliptos similares a los mencionados en la toma 1, solo que, en este caso ubicados en Junín Cundinamarca, estos se encuentran distanciados permitiendo el paso de la luz y el desarrollo de otras plantas ya que el efecto alelopático es de menor incidencia. La ventaja en el tercer ejemplo es que estos árboles “exóticos” o no nativos, se convierten en una fuente alterna de energía para las familias campesinas reduciendo la presión sobre el bosque nativo y de paso protegiendo las fuentes de agua de manera indirecta.

Toma 4. Bosque La Esperanza, Vereda La Quiebra Naranjal,
Chinchina Caldas. 2013
   Hay otro ejemplo de árboles ubicados de mejor manera estos corresponden a algo relativamente parecido a las condiciones naturales antes de que la especie humana empezara a depredar los recursos, la toma 4, corresponde a una planta de guadua sembrada en medio de un bosque nativo denominado “La Esperanza” ubicado en la vereda La Quiebra Naranjal del municipio de Chinchina en Caldas, donde un pequeño bosque de una hectárea produce el agua para varios vecinos de la vereda e incluso para el Centro de Investigaciones del café, Cenicafe. La toma 5 en cambio, es una guadua asilada ubicada en el Corregimiento de Villa Paz en Jamundí Valle del Cauca y desde el ángulo en que fue fotografiada la planta pareciera un Camello exótico, tal vez un reflejo de esa comunidad afrocolombiana que pelea contra los ingenios azucareros por temas relacionados con el recurso hídrico. En cualquiera de los casos prima la importancia de la biodiversidad y la majestuosidad de esos “gigantes de acero”.

Toma 5. Guadua. Corregimiento Villa Paz, Jamundí, Valle del Cauca 2014.

Toma 6. Bosque de Palma de Cera. Cajamarca Tolima. 2014
   Algunos renglones atrás hablé de la palma de aceite como el “desierto verde”, aludiendo al ejemplo de lo inadecuado o de que no todo lo verde es tan bueno como parece y menos cuando priman los intereses económicos sobre los derechos de las personas. No obstante en Colombia existe una planta en realidad fabulosa; los románticos la denominan como el árbol insigne del país, y la verdad solo hay que ver la toma 6 para entenderlo, la imagen fue capturada camino a la Reserva Natural de la Sociedad Civil “El Castillo” ubicado en el páramo de Anaime, en Cajamarca Tolima (y pensar que la “Ashaty Gold” planea convertir este paisaje en una mina de oro). Este bosque de Palma de cera es posible que pertenezca a la especie Ceroxylon quindiuense spp, hábitat del loro orejiamarillo en vía de extinción, planta de la cual se alimentan y en la cual hacen sus nidos estas aves nativas del país. Menos mal varios sacerdotes se han vuelto ecologistas y ahora intentan proteger las palmas de la depredación religiosa.

Toma 7. Palma de Coco. Rio Sumapaz, Melgar Tolima. 2013
   ¿Qué si las palma ayudan a proteger la fuente de vida? SI. Pero la mejor forma de notarlo es cuando se llega a la hora adecuada, al sitio adecuado y con la cámara adecuada y se logra algo parecido a la toma 7, la fotografía es en color, a las 5:30 am y es el reflejo de una palma de coco rodeada de muchos mangos en inmediaciones del rio Sumapaz, cerca de Melgar Tolima (solo por información general no fue una amanecida fue una madrugada a tomar fotos en esos eneros majestuosos), lo que me gusta de esta imagen es la pasividad del entorno capturada en un instante mágico.

   Hasta acá hemos hecho un recorrido por varios niveles altitudinales de la geografía colombiana, pero hoy especialmente no se podía dejar por fuera tal vez uno de los ecosistemas más importantes para nuestro país, Los Bosques de Niebla representados en la toma 8. Esta imagen fue realizada en la Reserva Nacional Natural Paramo Grande de Guasca Cundinamarca, la imagen también es a color solo que se pierde en la foto como consecuencia de la espesa neblina. La planta referenciada no es fácil de identificar pero puedo asegurar que es una nativa rodeada de pequeños y grandes frailejones, de esos que aun la mano depredadora del hombre no ha podido destruir, conservados a pesar de la negligencia de las autoridades ambientales de la zona. El día de la toma el frio era espelúznate, el viento aterrador y de ñapa lloviznaba, pero tener la oportunidad de disfrutar a los gigantes de acero es algo que no tiene precio.
Toma 8. Bosque de Niebla. Reserva Nacional Natural de Páramo Grande.
Guasca Cundinamarca. 2011


(1) Huesaso. Palabra celebre de “Heriberto de la Calle” Jaime Garzón que la utilizaba para referirse a algo realmente malo.

 (2) Sampietro D. Alelopatía: Concepto, características, metodología de estudio importancia. Facultad de Bioquímica, Química y Farmacia. Universidad Nacional de Tucumán, Ayacucho. Argentina. Recuperado el 5 de agosto de 2015  de http://www.ual.es/personal/edana/bot/mh/complemento/docufijos/revalelo.htm 

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