(Al leer este blog, si quieren ampliar las
fotografías den click sobre ellas y podrán apreciarlas de mejor tamaño).
Real Steel o
Gigantes de Acero es una de las peores películas que he tenido oportunidad
de ver en Tv (no ameritaba pagar la boleta en cine), protagonizada por Hugh
Jackman (gran actor), dirigida por Shawn Levy y estrenada en 2011, por alguna
extraña razón me recuerda a “Rocky” (1977), solo que con robots. La película es
realmente un “huesaso”(1), pero cuando la veía pensaba que la naturaleza tiene
verdaderos gigantes de acero, ellos son capaces de permitirnos ver paisajes
encantadores, conservar el agua, dar vida, permiten a otros vivir encima de ellos
y sobre todo permiten que aficionados como yo podamos ensayar algunas fotos,
buenas o malas pero nos lo permiten.
| Toma 1. Bosque de Pino y Eucalipto. Vereda La Unión, Localidad de Usme, Bogotá. 2015. |
La toma 1, presentada
al inicio de esta publicación es un eucalipto majestuoso de unos 20 a 25 metros
de altura, seguramente fue plantado hace 20 años según contaba doña Lucrecia en
la vereda la Unión de la Localidad de Usme al sur de la hermosa capital de
Colombia. Bueno realmente es más hermoso el árbol que nuestra triste, agobiada
y dolorida ciudad, que a pesar de los avatares y sin sabores de los últimos 12
años se sobrepone como el “ave fénix”; de las cenizas. La “plantota” es un gigante de acero de la familia Myrtaceae y su nombre científico según me han indicado los amigos
forestales es Eucaliptus grandis;
como se observa en la fotografía no está solo, su amigable compañía es una
mezcla de pinos y otros hermanos eucaliptos que causan el fenómeno conocido
como Alelopatía.
Toma 1. Bosque de Pino y Eucalipto. Vereda La Unión,
Localidad de Usme, Bogotá. 2015.
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Esta palabreja debe
ser desconocida para la mayoría, sin embargo para empezar a entenderla es bueno
observar en detalle la toma 2. Alelopatía es una palabra compuesta por dos raíces
griegas allelon que traduce
del uno al otro, y pathos que
se refiere al efecto injurioso del uno sobre el otro (2), como la epistemología
lo indica el término se debe entender como el efecto químico o físico adverso producido
por algunas plantas inhibiendo el crecimiento de otras. Precisamente eso muestra
la segunda imagen, cómo estos majestuosos individuos actúan sobre las plantas pequeñas,
quienes intentan crecer a la sombra del oscuro bosque donde no pasa ni la luz. Esto
no quiere definirlas como plantas dañinas, simplemente el objetivo del cultivo
no corresponde con la intención de conservación, más o menos lo mismo ocurre con
los cultivos de palma de aceite conocidos por muchos ambientalistas como el
“desierto verde”.
| Toma 3. Eucaliptos. Junín Cundinamarca. 2005 |
Las plantaciones
sembradas de manera geométrica a 3 metros por 3 metros, tienen algunas
desventajas ambientales, pero económicamente pueden ser interesantes
especialmente para quienes proyectan algo así como un “baloto” para 20 años
después de la siembra. No obstante hay otras formas de utilizar estas plantas,
por ejemplo la toma 3, muestra unos eucaliptos similares a los mencionados en la
toma 1, solo que, en este caso ubicados en Junín Cundinamarca, estos se
encuentran distanciados permitiendo el paso de la luz y el desarrollo de otras
plantas ya que el efecto alelopático es de menor incidencia. La ventaja en el tercer
ejemplo es que estos árboles “exóticos” o no nativos, se convierten en una
fuente alterna de energía para las familias campesinas reduciendo la presión
sobre el bosque nativo y de paso protegiendo las fuentes de agua de manera
indirecta.
| Toma 4. Bosque La Esperanza, Vereda La Quiebra Naranjal, Chinchina Caldas. 2013 |
Hay otro ejemplo de
árboles ubicados de mejor manera estos corresponden a algo relativamente parecido
a las condiciones naturales antes de que la especie humana empezara a depredar
los recursos, la toma 4, corresponde a una planta de guadua sembrada en medio
de un bosque nativo denominado “La Esperanza” ubicado en la vereda La Quiebra
Naranjal del municipio de Chinchina en Caldas, donde un pequeño bosque de una
hectárea produce el agua para varios vecinos de la vereda e incluso para el
Centro de Investigaciones del café, Cenicafe. La toma 5 en cambio, es una
guadua asilada ubicada en el Corregimiento de Villa Paz en Jamundí Valle del
Cauca y desde el ángulo en que fue fotografiada la planta pareciera un Camello
exótico, tal vez un reflejo de esa comunidad afrocolombiana que pelea contra
los ingenios azucareros por temas relacionados con el recurso hídrico. En
cualquiera de los casos prima la importancia de la biodiversidad y la
majestuosidad de esos “gigantes de acero”.
| Toma 5. Guadua. Corregimiento Villa Paz, Jamundí, Valle del Cauca 2014. |
| Toma 6. Bosque de Palma de Cera. Cajamarca Tolima. 2014 |
Algunos renglones atrás
hablé de la palma de aceite como el “desierto verde”, aludiendo al ejemplo de
lo inadecuado o de que no todo lo verde es tan bueno como parece y menos cuando
priman los intereses económicos sobre los derechos de las personas. No obstante
en Colombia existe una planta en realidad fabulosa; los románticos la denominan
como el árbol insigne del país, y la verdad solo hay que ver la toma 6 para
entenderlo, la imagen fue capturada camino a la Reserva Natural de la Sociedad Civil
“El Castillo” ubicado en el páramo de Anaime, en Cajamarca Tolima (y pensar que
la “Ashaty Gold” planea convertir este paisaje en una mina de oro). Este bosque
de Palma de cera es posible que pertenezca a la especie Ceroxylon quindiuense
spp, hábitat del loro orejiamarillo en vía de extinción, planta de la cual
se alimentan y en la cual hacen sus nidos estas aves nativas del país. Menos
mal varios sacerdotes se han vuelto ecologistas y ahora intentan proteger las
palmas de la depredación religiosa.
| Toma 7. Palma de Coco. Rio Sumapaz, Melgar Tolima. 2013 |
¿Qué si las palma
ayudan a proteger la fuente de vida? SI. Pero la mejor forma de notarlo es cuando
se llega a la hora adecuada, al sitio adecuado y con la cámara adecuada y se
logra algo parecido a la toma 7, la fotografía es en color, a las 5:30 am y es
el reflejo de una palma de coco rodeada de muchos mangos en inmediaciones del
rio Sumapaz, cerca de Melgar Tolima (solo por información general no fue una
amanecida fue una madrugada a tomar fotos en esos eneros majestuosos), lo que
me gusta de esta imagen es la pasividad del entorno capturada en un instante mágico.
Hasta acá hemos hecho
un recorrido por varios niveles altitudinales de la geografía colombiana, pero
hoy especialmente no se podía dejar por fuera tal vez uno de los ecosistemas más
importantes para nuestro país, Los Bosques de Niebla representados en la toma
8. Esta imagen fue realizada en la Reserva Nacional Natural Paramo Grande de
Guasca Cundinamarca, la imagen también es a color solo que se pierde en la foto
como consecuencia de la espesa neblina. La planta referenciada no es fácil de identificar
pero puedo asegurar que es una nativa rodeada de pequeños y grandes frailejones,
de esos que aun la mano depredadora del hombre no ha podido destruir, conservados
a pesar de la negligencia de las autoridades ambientales de la zona. El día de
la toma el frio era espelúznate, el viento aterrador y de ñapa lloviznaba, pero
tener la oportunidad de disfrutar a los gigantes de acero es algo que no tiene
precio.
| Toma 8. Bosque de Niebla. Reserva Nacional Natural de Páramo Grande. Guasca Cundinamarca. 2011 |
(1) Huesaso. Palabra celebre
de “Heriberto de la Calle” Jaime Garzón que la utilizaba para referirse a algo
realmente malo.
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